8 de Noviembre. Voy poco a poco preparando el cuerpo y la cabeza para el Maratón de Sevilla y, lo que es peor, para las semanas de largos entrenamientos que me esperan. Entre correr una media y hacer esta clásica del Aljarafe me decido por lo último. Son menos kilómetros, no llegan a 14 al final, pero con un recorrido muy duro. Además corro casi en casa y son muchas las caras conocidas con las que me voy a encontrar hoy. Antes de la carrera absoluta se da la salida a los más pequeños. Darío sale en cabeza, como no podía ser de otra manera, sin tener ni idea de que los casi mil metros que tiene por delante son de empinada cuesta. Al final acaba cediendo lo mínimo y entra tercero de su categoría, sin preparación, sin zapatillas y sin saber por donde tenía que ir. Mucha calidad. La carrera de los mayores transcurre sin grandes sobresaltos. Es dificil adaptarse a un ritmo estable así que me pego al atleta que parece llevar la cadencia que más me conviene. El ritmo no es alto, corro sin crispación y, a pesar de todo, los últimos kilómetros voy incómodo. Esta claro que mucho tendré que mejorar si quiero llegar al maratón con el nivel deseado. A partir de ahora lo que queda es entrenar mucho y competir en algunas carreras bien elegidas y que me sirvan para incrementar mi confianza.
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| La Piramide en primera línea de salida |
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| Con Jesús Pareja en mi amado y odiado carril a Valencinas |
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| Darío es un nombre que ya suena en Gines |
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| En resumen, una magnífica mañana de otoño |
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