Me quedé sin inscripción para Salteras y decidí probar
suerte en Bormujos, una carrera un tanto escondida dentro del calendario provincial.
Aparentemente la prueba se promociona sobre todo a nivel local, de hecho
lograron la participación de casi todos los escolares de la zona, cerca de 2.000
niños. El aspecto organizativo dejó bastante que desear, sobre todo en el
control de las clasificaciones y la posterior entrega de premios. Muchos
atletas, entre ellos yo mismo, tuvimos que desplazarnos con anterioridad hasta
la localidad aljarafeña para recoger el dorsal, ya que muchos entendimos que la
organización no pensaba entregarlos el mismo día. Fue imposible contactar con
la Delegación de Deportes del Ayuntamiento para aclarar este extremo. Sin
embargo y como parece lógico los dorsales si estaban disponibles en la mañana
del domingo.
9600 metros con numerosas cuestas |
En el aspecto estrictamente deportivo no consigo recuperar
las buenas sensaciones de hace un par de meses. Continúo entrenando a medio gas
y con molestias y eso al final se nota. Dos atletas, Manuel Gonzalez Villalba y
Victor Rodriguez, impusieron un fuerte ritmo desde el segundo kilómetro. Este último
fue, a la postre, claro vencedor e incluso tuvo fuerzas como para correr en Salteras un rato más tarde. Durante varios kilómetros me puse en cabeza del grupo perseguidor
luchando desesperadamnente por no perder la referencia con los dos primeros, pero las fuerzas no
respondieron. Tercer clasificado fue el coriano Rafael Pajares, al que tampoco
pude seguir, quedándome fuera del podium y de los premios. El tiempo medio
de paso fue de 3,25 el kilómetro, algo lejos del que debería estar marcando a estas alturas
de la temporada. Lo escarpado del terreno tampoco sirve como excusa. Los dos últimos
kilómetros fueron especialmente lentos, hasta el punto que tuve
que apretar para que no me alcanzaran por detrás llegando a meta. Como consuelo volví a ser el
primer veterano.
Carrera de menos a más pero lastrada por una mala salida |
Tampoco los pequeños de la casa terminaron contentos con su participación
en las pruebas escolares. Excesiva acumulación de niños en la salida que obligaron, en el caso
de Marco, a remontar posiciones desde el principio para acabar en un
meritorio 7º puesto. Darío, sin embargo, pudo hacer una salida bastante rápida
pero a los pocos metros terminó por los suelos en medio de una montonera. Rodillas
peladas y a seguir hasta el final, pero ya sin opciones.
Rompiendo la uniformidad |
De la clasificación de la carrera sigo aún sin noticias. Viendo lo ocurrido, podemos esperar cualquier cosa.