Después de 6 meses en dique seco, primera toma de contacto
con la competición. Una ocasión perfecta para probarme en una San Silvestre con muchísimo ambiente. Como siempre la organización dejó bastante que desear. Este año se prescinde de atletas africanos de tercera fila y
se reducen los premios para que los locales puedan lucirse. Iván Sánchez no dejó pasar la oportunidad y ganó con claridad. Por detrás un grupo en el que estaban Eneko Llanos y el propio Martín Fiz. Como ya es habitual, y a pesar de ser una prueba de pago, hubo ausencia absoluta de clasificaciones y tiempos, tampoco se dispuso de ningún avituallamiento a la llegada y además centenares de corredores sin dorsal entorpecieron el recorrido. Como me dijo uno de los jueces -"seguro que en Sevilla esto no pasa..."- y puedo confirmar que es así, para que luego nos quejemos. Volviendo a mi participación,
obviamente estoy en peor forma que otros años pero aún así estoy bastante satisfecho por
haber sido capaz de mantener un ritmo de 3:23 a lo largo de los 7,2 km de recorrido. Espero que
me sirva de aliciente para el año que comienza.
Paseando la camiseta de la Pirámide |
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